Consideremos como un «activo» a todo aquello que tiene una estructura tangible o intangible y puede generar valor por sí mismo. Cuando un bien es valorizado en el mercado, ese valor le permite, además de reconocimiento, un valor económico -ya sea transaccional o no – en el corto plazo.
Si buscamos ejemplos en industrias como el Real Estate, cuanto más propiedades tengamos más activos y, por ende, mayores beneficios en rentas. En el deporte las instituciones deportivas gozan de sus propiedades deportivas (sport properties) las cuales buscan potenciar para generar/aumentar sus ingresos patrimoniales (ticketing, merchandising, hospitality, derechos de imagen de jugadores, aplicaciones, amistosos, venta de jugadores, entre otros activos). Todas propiedades monetizables y fáciles de identificar como activos que generan ingresos.
Si lo trasladamos hacia la industria digital, la terminología “activo digital” aún no ha sido explorada y, de hecho, muchas agencias digitales se rehúsan a promocionarlo.
El motivo es muy simple: si la marca construye sus activos digitales y los gestiona de manera eficiente, muchos servicios de agencia digital dejarían funcionar como tales y deberían acomodarse a un esquema de potenciamiento de activos, comprendiendo que la marca debe crecer en término de valorización, de recursos inhouse y principalmente consiguiendo retornos a partir de la generación de ingresos.
Los activos digitales son las propiedades digitales que las marcas pueden construir en Internet a partir de acciones concretas alineadas en búsqueda de desarrollar negocios o posicionarse estratégicamente.
Los derechos digitales que vaya construyendo la marca a partir del desarrollo de sus plataformas de comercialización, pueden tomar la forma de activo en la medida que generan crecimiento en audiencias e ingresos hacia la marca.
En términos de inversión, desarrollar activos es la MEJOR INVERSIÓN que se puede hacer, ya que es como “levantar ladrillos” y tangibilizar resultados.
Es muy importante comprender lo que un activo potenciado puede generar/incrementar si diseñamos estrategias acordes y medimos las acciones definidas para la gestión de los activos.
Las marcas se encuentran con el desafío de incrementar sus inversiones, pero no sólo para aumentar la exposición en canales y posicionamiento, sino también para incrementar el valor patrimonial de la marca en Internet, para conseguir un aumento sustancial de la reputación online, ventas, mayor confianza de los usuarios hacia la marca y engagment con los usuarios.
Un activo digital forma parte de una gran cantidad de acciones digitales asociadas con un horizonte planteado en el mediano y largo plazo, con el objetivo principal de lograr una estructura digital sólida que genere ingresos y valor para la marca.
¿Es lo mismo tener una comunidad de 5000 fans que una de 500.000? ¿Es lo mismo figurar en las primeras posiciones de Google con las palabras claves de mi negocio, que no figurar? ¿Es lo mismo contar con 1000 suscriptores que con 100.000? ¿Es lo mismo recibir 1000 visitas mensuales que 10.000?
¡CLARO QUE NO! Lo importante es entender qué sucede cuando aumentamos la exposición en Internet: desarrollamos más canales de comunicación, aumentamos la frecuencia de comunicación e intensificamos acciones y capitalizamos la adquisición de audiencias y canales en pos de objetivos de performance y posicionamiento de marca.
En la medida que el valor de la marca en Internet aumenta, las posibilidades de negocio también aumentan. Aunque no es tan fácil, sino todos estaríamos generando dinero hoy por Internet. Si contamos con un conjunto de acciones alineadas en un ecosistema digital definido, esto genera valor a una marca en Internet, y esa composición de valor son los activos digitales
Un activo digital comprende todas las propiedades digitales que tenga desarrolladas una marca en Internet. Esto incluye: plataformas, sistemas de comunicación, contenidos, aplicaciones, comunidades, los que alineados generan un valor de marca.
En la medida que el activo es más grande, es decir la marca cuenta con más desarrollo digital , engrosa su propuesta de valor generando mayor confianza, reputación y, por ende, resultados comerciales.
El desarrollo de un activo consta de componer valor mediante acciones digitales. Implica involucrar todo el «ecosistema» digital y darle forma a modo de estructura que genere situaciones de conversación y venta con usuarios.
Las marcas buscan clientes y más ventas, para eso deben plantearse seriamente crecer en Internet en término de estructura de marca digital. Los activos digitales son esa composición de desarrollos alineados para construir mayor valor de marca y conseguir una valorización en término de posicionamiento y en término de potenciales inversiones.
«Cuando hablamos de inversiones nos referimos a que, en la medida que el ACTIVO DIGITAL toma fuerza, crezca, aumenta su valor de mercado, las ventas también aumentarán progresivamente. En ese momento se puede encontrar un equilibrio entre lo invertido y lo facturado y ahí es donde el interés de los inversores toma valor. Invertir en un negocio donde se sabe cuál es el retorno es el deseo de todo inversor. Internet nos lo habilita gentilmente y eficientemente, en la medida que aprendamos a trabajar como un activo que genera valor.»
Ahora bien, construir/optimizar un activo digital no lleva minutos 🙁
PERO UNA BUENA NOTICIA:
Hay mucho para trabajar y para descubrir en términos de qué componentes definen un activo digital y cómo se puede potenciar para lograr una valoración de marca y para hacer crecer los ingresos….
EN EL PRÓXIMO ARTICULO DETALLARÉ ALGUNAS VARIABLES A CONSIDERAR PARA VALUAR TUS ACTIVOS DIGITALES.